domingo, 9 de octubre de 2011

El cuerpo en el mundo


Arthur W. Frank habla de los problemas y la tipología del cuerpo en acción. Se cuestiona preguntas como: ¿puedo predecir, cómo va a funcionar mi cuerpo, puedo controlar su funcionamiento?. Nombra 4 modelos ideales corporales en los que se encuentra: 1) el cuerpo disciplinado, que sería el predecible, el ausente de deseo, el cuerpo máquina que vive por y para el control, para la predicibilidad. Ante un fallo busca la "reparación" más inmediata. Experimenta sus crisis precisamente cuando pierde el control.

En segundo lugar estaría el cuerpo especular, el que insta al consumo a través del deseo, de manera insaciable. Este cuerpo es la búsqueda constante de la forma, por tanto teme la desfiguración de su propia imagen. El principal órgano corporal es la vista y por tanto todo lo superficial forma parte de su vida y su forma de ser. Nada puede romper sus esquemas fijados de lo que considera que debe ser su imagen. Experimenta la crisis cuando esa imagen sufre alguna alteración, ya sea por el envejecimiento o cualquier otro factor.

Después encontramos el cuerpo dominante, el que se expresa mediante la fuerza, es un cuerpo monádico, "vivo en mi cuerpo separado de los demás". Cuerpo disociado de sí mismo, su voluntad se vuelve contra los demás en vez de contra si mismo. Necesita de una continua demostración de su fuerza y agresividad que haga que le teman. Mostramos el mural en la parte superior. Éste pretende transmitir la situación de ese cuerpo en plena desazón, en plena guerra con el mundo, un deseo de dominio de éste mismo que lo lleva a aplastar a todo aquello que no respeta. Generalmente unido a los de su misma condición para fortalecer unos lazos inexistentes de armonía y estabilidad. ¿Dónde se encuentra la mujer en esta situación? ¿y el hombre?.
"El cuerpo dominante se ascocia con determinadas formas de masculinidad hegemónica" Arthur Frank.


Finalmente está el cuerpo comunicativo, el de reconocimiento, el de empatía, cuerpo diádico que vive por y para los demás. Busca la transmisión continua de sus sentimientos, acepta que la vida no está bajo control pleno, se acepta tal y como es.

Conclusión: El trabajo de los murales representó una visión estructurada de la transmisión sociocultural. Claramente influimos como individuos en la cultura y ésta misma nos influye a nosotros mismos. Cada uno de estos cuerpos citados anuncia un tipo de personalidad predominante. Podemos tener un poco de todas, o estar claramente inclinados hacia una en concreto, rozando simplemente las demás.

1 comentario:

  1. Vuestro póster tuvo el gran mérito (no excesivamente abundante otra parte) de estar muy conectado con la teoría. Bravo! SE ve el cuerpo dominante y, de paso, el dominado. Ver las fotos las fotos producen tristeza, dolor angustia y opresión. Primero por las víctimas. Pero también por quienes les infringen el sufrimiento que, de otra manera y a otro nivel, son también víctimas. Hay muchos ejemplos de guerra. Sin duda es el terreno que abona los cuerpo dominantes. Pero, como bien mostráis, casi cualquier ámbito social, hasta el más íntimo (la familia), es suceptible de convertirse en un territorio de batalla. Basta con que alguien convierta la dominación en su estilo preferente de uso corporal.

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